Mejora de hábitos alimentarios

Nutrición

MEJORA DE HÁBITOS

Los hábitos de vida juegan un papel crucial en la transformación personal, según el libro «Hábitos Atómicos» de James Clear. Comparto totalmente este enfoque, que se centra en la idea de que pequeñas mejoras diarias, aunque parezcan insignificantes, se acumulan con el tiempo y generan un impacto significativo. La clave es hacerlo obvio, atractivo, fácil y satisfactorio para formar buenos hábitos y deshacerse de los malos.

Solo así se fomenta un cambio sostenible en la vida diaria. Incorporar estos principios permite a las personas construir un estilo de vida más saludable y productivo, promoviendo el éxito a largo plazo.

Esto es algo que dejo muy claro siempre. No te puedo ayudar si eres de las personas buscan un remedio rápido y fácil para bajar peso, sin cambiar su contexto de vida.

Te ayudo a dejar de vivir a dieta, a abandonar esa mentalidad y a hacer las paces con la comida.

En las sesiones me enfoco mucho en enseñarte a comer de manera consciente, liberar la mente de pensamientos obsesivos, salir del bucle de la culpa-miedo y romper con el ciclo del todo o nada.

Te ayudo a aprender a tener una alimentación feliz, intuitiva, flexible y nutritiva.

No existe la persona sedentaria sana

El movimiento es vida. Y vaya si lo es. El ser humano está diseñado para moverse. El sedentarismo estropea nuestro cuerpo.

Soy bastante clara en esto. Si no te mueves de manera suficiente, no vamos a conseguir que mejore tu salud. Yo haré lo posible para convencerte, pero la última decisión siempre la tienes tú.

Si no tienes tiempo, revisa tu criterio para definir tus prioridades. Si no te gusta el gimnasio, busca una forma de mover el cuerpo que sí guste (spoiler: hay 1298286 maneras). Si te duele esto o aquello, segmenta y adapta, pero muévete.

Caminar un ratito está bien, pero lo ideal es entrenar fuerza y tener un estilo de vida activo.

Enfoque NO PESOCENTRISTA

Mi trabajo está en ayudarte a adoptar una perspectiva holística sobre tus hábitos y evaluar de qué manera afectan a tu bienestar, así como identificar formas de mejorarlos, sin importar tu tipo de cuerpo.

Un cuerpo sano con un metabolismo saludable puede tener infinitas formas.

Mi misión es educar para que consigas un cambio de hábitos desde una visión respetuosa y no pesocentrista. Este es un enfoque que busca mejorar la salud a través de cambios bien planificados en el estilo de vida en el que no usaremos el peso como objetivo principal.

Importante: Si tu relación con la comida no es sana y crees que necesitas ayuda, puedo ayudarte a encontrar un psicólogo adecuado para que te ayude a trabajar eso en ti.

Responsabilízate de ti y toma conciencia

Quién ha venido a consulta sabe que ni riño ni castigo. No es mi forma de hacer las cosas.

Cada sesión es una conversación. Podemos hablar de tu progreso, de tus logros y de los puntos a mejorar, y siempre lo haremos desde un punto de vista consciente. Hacerte responsable de tus acciones te ayuda a comprender mucho más sobre ti y te da mucha más fuerza y empoderamiento para el cambio que quieres.

Lo que tú quieres conseguir, depende 100% de ti. Yo al final solo te acompaño, te guí, te aconsejo y te oriento.

Dieta para enfermedades autoinmunes

Nutrición

AUTOINMUNES

El estilo de vida actual no está enfermando. Tanto, que cada vez son más las personas afectadas por una enfermedad autoinmune. Las enfermedades autoinmunes aparecen cuando nuestro sistema inmunitario hace un «click». Suele ocurrir de forma silente que va avanzando con el tiempo hasta que aparece el diagnóstico, o surge de repente después de un factor de estrés agudo. En la mayoría de casos son enfermedades irreversibles.

He tratado casos de artritis reumatoide, Lupus eritematoso sistémico (LES), tiroiditis de Hashimoto, Esclerosis múltiple, psoriasis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, entre otras. También la celiaquía y la diabetes tipo 1 son de origen autoinmune.

En cualquier caso, una buena alimentación y un estilo de vida saludable, son fundamentales para mejorar la calidad de vida. Comiendo de manera adecuada, se puede conseguir reducir la inflamación, fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud digestiva y reducir la intensidad de los síntomas (frenar la progresión de la enfermedad). En este caso, como en la mayoría, el sedentarismo y la mala gestión del estrés, juegan totalmente en contra.

Alimentación y salud digestiva

Nutrición

SALUD DIGESTIVA

La salud digestiva es mi especialidad. Es un tema que me encanta y con el que disfruto mucho aprendiendo.

Me apasiona el cuerpo humano. Cómo estamos diseñados, lo bien que reacciona nuestro organismo frente a un peligro. Somos máquinas perfectas y eficientes, solo debemos aprender a escuchar y entender.

Poco antes de la pandemia salió mi primer libro «Intolerancia a la fructosa – Combatirla sin déficits con una dieta equilibrada«. A día de hoy ha ayudado a muchas personas y deseo que lo siga haciendo. La salud digestiva se ha convertido en uno de los puntos más débiles de nuestra sociedad (nuestro estilo de vida nos está enfermando…)

Intolerancias y alergias alimentarias

Si tú no has padecido una malabsorción o intolerancia, seguro que conoces a unas cuantas personas que sí. Las intolerancias más comunes son a la fructosa, sorbitol o lactosa, aunque también existe la mala tolerancia a la histamina, al trigo o al azufre.

Lo que es importante que sepas, es que en la mayoría de los casos son reversibles, dado que son consecuencias de algo que ha ocurrido en el medio intestinal. Lo primero: buscar la causa. Lo segundo: tratarla. Con una alimentación adecuada y mucho mimo a mucosas y microbiota, encontraremos la solución.

También trato casos de alergias difíciles de gestionar, como la alergia LTP (frutas y verduras). Estas no suelen ser reversibles, pero sí que se puede conseguir mejorar la tolerancia alimentaria y la calidad de vida.

Síndrome de Intestino Irritable (SII)

Siempre digo que el Síndrome de Intestino Irritable es ese cajón de sastre que nos aporta una «etiqueta» de diagnóstico. Dentro del SII se engloban muchas cosas. No existe un SII igual a otro, hay tantos contextos diferentes como personas.

Como sintomatología habitual suele haber gases, hinchazón de barriga, acidez, reflujo, diarrea y/o estreñimiento, pero la verdad es que aparece un gran abanico de síntomas (migraña, dolores articulares, cansancio, fatiga mental, etc.).

La alimentación y el estilo de vida son claves. Una dieta baja en FODMAP puede ayudar en estos casos, aunque nunca será efectiva si hay sedentarismo o mala gestión del estrés.

SIBO, SIFO, IMO y SIBO de sulfuro

El Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado (SIBO) es también muy frecuente. Y no todos los SIBOS son iguales. Existen tantos contextos de SIBOs como personas.

Es una situación en la que existe un sobrecrecimiento de microbios que se localiza en el intestino delgado. En función del tipo de microbio, diferenciamos 4 tipos de SIBO: SIBO por H2 (SIBO común), SIBO por CH4 (IMO), SIBO por hongos (SIFO) y SIBO por sulfuro.

Se trate de un SIBO (intestino delgado) o de una disbiosis (intestino grueso), lo importante de nuevo es averiguar la causa o el origen y tratarla. Hay que definir dónde está el problema, adecuar la alimentación, mimar mucosas y microbiota. Además, el estrés (entre otros) juega un papel fundamental como causa de su aparición.

El tratamiento antibiótico es una opción, pero no la única. Si no se averigua el origen, suele haber más probabilidad de recaída.

Helicobacter Pylori

La infección por Helicobacter pylori puede causar síntomas muy molestos como dolor estomacal agudo, acidez, hinchazón, digestiones pesadas, etc.

En la mayoría de los casos se suele prescribir un tratamiento para erradicar la bacteria. Es importante saber que después debemos mimar mucosas, recuperar la función digestiva y equilibrar nuestra microbiota.

Una dieta adecuada, antiinflamatoria y equilibrada, ayudará a reducir los síntomas además de ser fundamental para minimizar la irritación gástrica y facilitar la digestión.

Alimentación en la mujer

Nutrición

SALUD EN LA MUJER

La nutrición adecuada desempeña un papel fundamental en la salud de la mujer, ofreciendo soluciones efectivas para diversas alteraciones y necesidades específicas de cada etapa de su vida. Desde el equilibrio hormonal hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico, los alimentos proporcionan nutrientes clave que ayudan a prevenir y tratar problemas comunes en las mujeres, como el síndrome premenstrual, la menopausia, la anemia, la osteoporosis y las alteraciones digestivas.

Menopausia y peri-menopausia

Aunque la menopausia es una etapa natural en la vida, algunas mujeres pueden sufrir los síntomas de manera intensa, afectando a su bienestar diario. Una nutrición adecuada y un estilo de vida saludable pueden marcar una gran diferencia en la reducción de síntomas como los sofocos, la fatiga, el insomnio y los cambios de humor.

Y por supuesto, un estilo de vida activo permite afrontar la menopausia de forma más llevadera, promoviendo una transición más equilibrada y confortable.

Fertilidad femenina

Una alimentación antiinflamatoria y equilibrada, junto con un estilo de vida saludable, puede ser clave para mejorar la fertilidad de la mujer. La inflamación crónica afecta el equilibrio hormonal, el ciclo menstrual y la salud de los óvulos, elementos esenciales en el proceso de concepción. Incorporar alimentos antiinflamatorios, como frutas y verduras frescas, granos integrales, pescados ricos en omega-3, frutos secos y semillas, ayuda a reducir la inflamación y a mejorar la función reproductiva.

Reducir el consumo de azúcares refinados y alimentos ultraprocesados también es importante, ya que estos pueden contribuir al estrés oxidativo y al desajuste hormonal. Además, la actividad física regular y técnicas de manejo del estrés, favorecen la producción de hormonas saludables y reducen el impacto del cortisol.

Síndrome de ovario poliquístico y alteraciones menstruales

El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) afecta a muchas mujeres, causando desequilibrios hormonales, resistencia a la insulina, aumento de peso y cambios en el estado de ánimo. Actualmente muchas mujeres sufren alteraciones en su ciclo menstrual, como consecuencia de malos hábitos alimentarios (alimentación inflamatoria), sedentarismo o estrés (ej. amenorrea hipotalámica).

Sabemos que una dieta antiinflamatoria y equilibrada, equilibra nuestro metabolismo, ayuda a reducir la resistencia a la insulina. Una dieta rica en grasas de calidad, como las presentes en el aguacate, las nueces y el salmón, aportan saciedad y ayudan a regular las hormonas.

El ejercicio regular también juega un papel crucial en estos casos. Mejora la sensibilidad a la insulina, reduce el estrés (modula los niveles de cortisol, hormona que intensifica los síntomas del SOP) y favorece el equilibrio hormonal.

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