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Por qué debes tomar magnesio desde YA

El magnesio es un mineral esencial para nuestro cuerpo y involucrado en más de 300 reacciones bioquímicas en nuestro organismo. El hecho de que sea esencial y tan importante para tantísimas funciones, lo convierte un mineral estrella para nuestra salud.

Te cuento algunas de las funciones clave del magnesio en nuestro cuerpo:
  • Producción de energía (ATP): es clave en la síntesis de ATP (adenosín trifosfato), la principal fuente de energía celular.
  • Función muscular y prevención de calambres: regula la contracción y relajación muscular, evitando espasmos y calambres.
  • Salud del sistema nervioso y equilibrio emocional: actúa como un relajante natural, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.
  • Regulación del sistema digestivo: favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento al mejorar la motilidad del colon.
  • Síntesis de proteínas y reparación celular: participa en la formación de proteínas esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos.
  • Salud ósea y dental: es fundamental para la absorción y metabolismo del calcio (junto con la vitamina D), fortaleciendo huesos y dientes.
  • Regulación del azúcar en sangre y prevención de la resistencia a la insulina: mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a equilibrar los niveles de glucosa en sangre.
  • Función cardiovascular y presión arterial: contribuye a la relajación de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas.
  • Reducción de la inflamación y soporte al sistema inmunológico: tiene propiedades antiinflamatorias y refuerza la respuesta inmune del organismo.
  • Síntesis de neurotransmisores y función cognitiva: participa en la producción de serotonina y dopamina, impactando en la memoria, el enfoque y el bienestar emocional.
¿Cuáles son las fuentes dietéticas de magnesio?

La dieta mediterránea incluye varias fuentes de magnesio de muy fácil acceso, principalmente cereales, frutas, legumbres y productos del mar. Pero ojo… ¿cuánta gente compra de verdad producto de cultivo ecológico y de calidad? ¿Por qué una espinaca ya no aporta el mismo magnesio ahora que hace 20 años?

La mayor parte de la población compra alimentos de producción intensiva e industrial, y éstos suelen tener menor riqueza mineral en comparación con los de producción ecológica o regenerativa debido a varios factores clave:

  • Agotamiento mineral de los suelos que produce verduras y hortalizas pobres en magnesio, zinc y selenio. La producción ecológica fomenta la rotación de cultivos y el uso de abonos naturales, enriqueciendo el suelo.
  • Uso excesivo de fertilizantes químicos, que aportan solo lo necesario para producir: nitrógeno, fósforo y potasio. ¿Y el resto de minerales? Los métodos ecológicos utilizan compost, estiércol y biofertilizantes, que mantienen un equilibrio mineral más completo en el suelo.
  • Selección de variedades de rápido crecimiento y ata producción, en vez de variedades con mejor densidad nutricional.
  • Uso de pesticidas y herbicidas que matan la biodiversidad microbiana de los suelos. En la agricultura ecológica, el suelo es más vivo y biodiverso, lo que mejora la absorción de nutrientes por las plantas.
  • Cosecha temprana y almacenamiento prolongado, es decir, los vegetales se cosechan de forma prematura para facilitar su transporte y no dejan que madure su riqueza mineral. La producción ecológica permite que los alimentos maduren en la planta, favoreciendo una mayor concentración de nutrientes.
  • Uso de monocultivos que monopolizan las mismas tierras durante años. Los monocultivos agotan los nutrientes del suelo, mientras que la diversificación de cultivos en la agricultura ecológica favorece la regeneración mineral.

¿Juntamos entonces que compramos las verduras en el supermercado y que además vivimos estresados y mal dormidos?

Déficit de magnesio en España

El déficit generalizado de magnesio ya es bastante evidente y afecta a una parte significativa de la población. Según el estudio ANIBES, un 79% de la población española no alcanza la ingesta diaria recomendada de magnesio.

Pero es que resulta que las IDR se quedan igualmente muy justitas. ¿Que son las Ingestas Diarias Recomendadas? Son las ingestas mínimas de una vitamina o mineral, para las cuales se ha demostrado que el cuerpo humano funciona (o sea, que no nos morimos).

¿Es suficiente entonces si cubrimos las IDR?

Rotundamente NO.

Porque resulta que ya no son solo determinados colectivos más vulnerables los que tienen mayores demandas de magnesio, como los mayores o las personas con las enfermedades crónicas. Resulta que actualmente casi TODOS tenemos demandas aumentadas de este mineral esencial.

El estrés, la mala calidad del sueño, la inflamación o la exposición a tóxicos ambientales entre otros factores, hace que nuestra necesidad de magnesio sea mayor que la que indican esas IDR.

¿Cuáles son los síntomas de alarma de déficit de magnesio?

Los síntomas son muy variados, pero pueden incluir fatiga, calambres musculares, ansiedad y problemas digestivos (a menudo normalizados). Damos por hecho que no podemos conciliar bien el sueño, que tenemos un estreñimiento resistente al consumo de fibra y agua, que recuperamos regulinchi después del deporte…

Y no. Es que resulta, que te está faltando magnesio…

 


Omega-3: ¿Por qué necesitas EPA y DHA?

Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales muy importantes para el cuerpo humano. Forman parte del grupo de nutrientes esenciales, es decir, aquellos que el cuerpo no sabe fabricar y que necesitamos ingerir vía dieta.

Se encuentran en alimentos como pescados grasos, semillas y ciertos frutos secos. Son fundamentales para la salud cerebral, cardiovascular, ocular y son nutrientes clave para reducir la inflamación, promoviendo un equilibrio saludable en el organismo.

Aunque hay seis tipos de omega-3, los principales son:

  • ALA: ácido alfa-linolénico
  • EPA: ácido eicosapentaenoico
  • DHA: ácido docosahexaenoico.

El DHA y el EPA lo encontramos en pescados grasos (pescado azul), cefalópodos (sepia, marisco, calamar…) y algas. Sin embargo, el ALA está más presente en semillas de lino, chía, nueces, aceite de canola y soja.

 

¿Son ALA, EPA y DHA igual de importantes?

No señor, los que cumplen funciones más importantes son el EPA y el DHA. Y aunque nuestro maravilloso organismo es capaz de convertir ALA en DHA y EPA, lo hace de forma muy limitada.

Es decir, si consumes nueces (ricas en ALA) como fuente de omega-3, tan solo el 5-10% podría convertirse en EPA y solo el 0,4-0,5% en DHA. Insuficiente.

Y es que resulta que una persona sana necesita 2 gramos diarios de EPA y DHA para que el organismo funcione de manera correcta. ¿Eso cómo se logra? Con nueces, chía y lino, desde luego que no.

Consumiendo un mínimo de 3 veces/semana de pescado azul de calidad. ¿Tú lo haces? Yo lo intento en la medida de lo posible…

¿Y qué hay de las algas? El EPA y DHA también están presentes en las algas, pero necesitaríamos consumir una cantidad muy elevada (peligrosa) para poder cubrir necesidades.

¿Conclusión? El 83% de la población no ingiere suficiente EPA/DHA. Por eso en embarazo y lactancia suele recomendarse la suplementación. Y yo lo recomiendo muy mucho en casos de inflamación metabólica.

 

¿Qué funciones cumplen EPA y DHA en nuestro cuerpo?

Los ácidos grasos esenciales forman parte de las membranas de todas y cada una de las células de tu cuerpito. Se necesitan para mantener la estabilidad celular. En la membrana de cada una de tus células, alrededor del 6% debería ser EPA, 6% DHA y tan solo un 1,5% ALA.

Gracias a EPA y DHA las membranas celulares son flexibles, permeables y eficientes. Tienen multitud de funciones, te indico mis favoritas:

Sistema inmunológico:

Regulan la respuesta inmunitaria, es decir, inmunomodulan. Son los «guías» del sistema inmunitario y le indican con qué intensidad y frente a qué debe luchar. Fortalecen el sistema inmune al reducir la inflamación y promueven una microbiota saludable, esencial para una respuesta inmunitaria equilibrada y efectiva.

Salud digestiva y de nuestra microbiota:

El EPA y el DHA reducen la inflamación gastrointestinal, fortalecen la barrera intestinal y previenen la entrada de toxinas. Mejoran la microbiota, favoreciendo bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, y estimulan la producción de butirato, clave para la salud intestinal. También reducen el estrés oxidativo, promoviendo la digestión y la inmunidad.

Inflamación:

Tienen propiedades antiinflamatorias, ayudando a aliviar condiciones como la artritis reumatoide. Contrarrestan la inflamación crónica de bajo grado, relacionada con enfermedades como la diabetes tipo 2 y la obesidad (y muy común en autoinmunes).

Contribuyen a un mejor metabolismo lipídico y glucémico, lo que está relacionado con un ambiente intestinal más saludable y menos inflamatorio. Ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina, favorecen la pérdida de grasa y reducen el riesgo de síndrome metabólico.

 

Por supuesto, cumplen otras muchas funciones relacionadas con el rendimiento cognitivo y la salud cerebral (memoria, concentración, Alzehimer…), con la salud ocular, con la salud cardiovascular, la salud de piel y cabello y son súper importantes en procesos de fertilidad, embarazo y lactancia.

 

Conclusión: ¿Cuál es la recomendación nutricional ideal?

La cantidad diaria recomendada de ALA es fácil de adquirir. Con unas 5 nueces o 1 cucharada de semillas de chia o lino lo tienes. Consumo suficiente y no más.

Los frutos secos o semillas contienen más proporción de omega 6 y por esa razón se deben consumir de manera moderada, porque sino desequilibramos el ratio omega3-omega6, teniendo como un resultado un metabolismo más pro-inflamatorio.

 

Para tener unos buenos niveles de EPA y DHA, lo ideal es consumir un mínimo de 3 veces/semana de pescado azul de pequeño tamaño (sardinas, boquerones, anchoas…), cefalópodos (sepia, calamar, pulpo) o marisco.


Opiniones de clientes Sonia Dietista-Nutricionista

Te doy la bienvenida 🤗,

Si has estado investigando la web, verás que puedes leer todas las reseñas de Google que me han dejado muchas de las personas que han reservado cita conmigo.

Además, dado que estuve unos meses utilizando la plataforma de Doctoralia para gestionar las visitas, muchas personas me dejaron su testimonio allí.

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Si necesitas contactar conmigo, puedes escribirme un correo electrónico a info@sonianutricion.com.

Te deseo un feliz día,


Cómo mejorar la digestión de los frutos secos

Los frutos secos son alimentos maravillosos desde el punto de vista nutricional. Peeeero, es posible que no te sienten demasiado bien o que notes su digestión un poco pesada.

Hay que tener muy presente que el propósito de la naturaleza es que den lugar a una nueva planta. Esta es la principal razón por la que representan verdaderos tesoros nutricionales. Poseen gran calidad y densidad de nutrientes y sustancias con efectos beneficiosos para nuestra salud.

Son muy ricos en grasas poliinsaturadas, fibra, proteínas, vitaminas, minerales y gran cantidad de fitonutrientes con efecto potencialmente beneficioso para nuestro organismo. En términos generales el consumo de un puñado pequeño al día, de unos 20-30g, es saludable y aconsejable en cualquier tipo de alimentación.

¿Por qué resultan indigestos o pesados de digerir?

La gran mayoría de leguminosas, semillas, granos y frutos secos comestibles contienen también una serie de sustancias denominadas antinutrientes. Algunas de estas sustancias son: el ácido fítico, los taninos, las lectinas, las saponinas, los oxalatos o los inhibidores enzimáticos.

Estas sustancias son las responsables de causar indigestión e irritar la mucosa digestiva y también son capaces de secuestrar ciertos nutrientes (calcio, hierro, magnesio…) y reducir su biodisponibilidad.

No obstante, hoy en día sabemos que no son los malos malísimos… Estas sustancias precisamente también poseen efectos muy beneficiosos par la salud muy interesantes. ¿Entonces comemos o no comemos frutos secos? Mi respuesta es: cómelos en la ración correcta, evita aquellos que te causen malestar digestivo o ponlos en pausa si tu tolerancia general no es buena.

Trucos para mejorar la digestión:

Algunos de estos antinutrientes se encuentran particularmente en la piel (por ejemplo, los taninos se encuentran casi en su totalidad en la piel fina que envuelve a los frutos secos), así que puedes probar a comerlos mejor comerlos sin piel.

El ácido fítico se reduce con el tostado y, en menor medida, con el remojo.
Las saponinas (en semillas de sésamo y girasol) se reducen con el lavado.
Los inhibidores enzimáticos se reducen con el tostado.
Las lectinas se reducen con el tostado
Los oxalatos se reducen con el remojo.

Mejor comerlos tostados, que crudos. O bien, remojados.

Instrucciones para realizar remojo de frutos secos:

El remojo consiste en dejar el fruto seco sumergido en agua durante 10-12 horas, y posteriormente desechar el agua de remojo. No obstante, solo es útil cuando el fruto seco está crudo (ej. las almendras que venden peladas se han sometido a un escaldado para eliminar la piel y pierden su capacidad para germinar).
Tras el remojo, se recomienda enjuagarlos bien con agua, secarlos con papel de cocina y guardarlos en nevera (consumir antes de 3 días).
Si se prefieren tostados, lo ideal sería tostarlos en horno a temperatura media (para no quemarlos) tras haber realizado el remojo.


Dieta saludable en alergia a LTP (parte 2)

¡Buenos días! En el post de hoy me centraré con más detalle en las recomendaciones y aspectos a tener en cuenta para conseguir una alimentación lo más saludable posible con el menor riesgo para el el alérgico.

Bien, tras el estudio y diagnóstico del médico alergólogo sabremos exactamente a qué LTP se es alérgico. Cuidado, no deben eliminarse de la dieta aquellos alimentos que solo causan sensibilización (pruebas cutáneas positivas pero no síntomas) solo los que te indique tu médico.

A partir de aquí, deberemos seguir estrictamente una dieta de evitación en función del nivel de tolerancia que se muestre a los alimentos implicados. Es en este momento cuando comienza el mar de dudas… ¿Si dejo de comer frutas, me faltarán nutrientes? ¿Podré seguir comiendo con los amigos los domingos? ¿Qué pasa si mi hija es invitada a un cumpleaños? ¿Esto será así para siempre?

¿En qué puedo ayudarte como Dietista-Nutricionista?

Punto 1: Aprender a elaborar tu menú sin LTP equilibrado, completo y saludable

Comer de forma saludable es crucial para nuestra salud y no tiene porqué ser un problema en alergia a LTP. Para elaborar un menú saludable deberás tener en cuenta:

  1. Qué alimentos debes excluir (todos aquellos que tengan tu/s alérgeno/s, sin excepción). Por lo tanto, no debes eliminar de tu dieta todos los que tengan LTP, sino solo los que sean peligrosos para ti.
  2. Qué grado de tolerancia tienes a todos aquellos implicados. Deberás saber si puedes tolerar algún alimento de la misma familia o debes eliminar todos los que estén dentro de un mismo grupo. Además, dado que las LTP están más concentradas en las partes externas (piel, cáscara…) en algunos casos los alimentos se toleran bien pelados, lavados o en almíbar.
  3. ¿Existen alergias cruzadas que pueden obligar a tener en cuenta las mezclas de alimentos o a excluir alimentos de otros grupos distintos?

Pongamos un ejemplo práctico. Imaginemos que has dado positivo en alergia a LTP de:

  • Rosáceas: Manzana, pera, fresas, mora, frambuesa, membrillo, cereza, ciruela, albaricoque, melocotón y almendra
  • Brasicales: col, repollo, brócoli, coliflor, coles Bruselas y mostaza
  • Familia Poales: Centeno, avena, arroz, trigo, cebada, teff, sorgo, mijo, espelta y maíz

En este caso, podrás comer otras frutas como el plátano, uvas, higo, sandía, melón, kiwi o naranja, en sustitución a aquellas que no puedes comer. En cuanto a las coles, puedes sustituirlas por cualquier otra verdura u hortaliza que no pertenezca a esa familia (lechuga, canónigos, tomate, zanahoria, berenjena, calabacín, espárragos, pimiento…).

En lo que se refiere a los cereales (probable fuente principal de hidratos de carbono de tu dieta), podrías comer trigo sarraceno, quinoa, amaranto, patata, boniato o yuca (dado que NO pertenecen a la familia Poales).

 
 

Ten presente que no hay ningún alimento que por sí mismo aporte algo único o especial, que no pueda encontrarse en otro alimento o conseguirse con la mezcla de varios alimentos. Así que sí es posible tener una alimentación equilibrada y completa en una alergia LTP.

¿Me faltarán vitaminas y minerales si soy alérgico a LTP? No tiene porqué si se elabora el menú de forma correcta. Existen las mismas posibilidades de hacerlo mal sin padecer alergia a LTP. No obstante, en casos severos de alta sensibilidad a LTPs o alergia múltiple,  es posible que elaborar un menú sin carencias nutricionales, saludable, gastronónicamente atractivo y lo más variado posible, no sea tarea fácil. Es aquí cuando mi consejo es que acudas a tu Dietista-Nutricionista para que te asesore y que valore si es necesaria o no la suplementación de algún nutriente que no pueda ser asegurado mediante la dieta.

Punto 2: Saber cocinar en casa de forma segura

Es fundamental tener en cuenta que las LTP no se destruyen con el cocinado de los alimentos. Es importante que en casa se mantengan unas normas estrictas de preparación, elaboración y cocinado de los alimentos para minimizar riesgos de contaminación cruzada.

Como en cualquier otra alergia, se deberán mantener separados los utensilios de cocina e incluso disponer de una zona o superficie separada físicamente para preparar los alimentos. Cuidado con cocinar de forma simultánea alimentos con alérgeno y alimentos sin, es fácil equivocarse. Precaución con los trapos, bayetas de cocina, delantales, nuestras manos o incluso nuestra propia ropa, ya que pueden ser transmisores de los alérgenos y responsables de la contaminación cruzada.

Cuidado con almacenar alimentos en la nevera, congelador o despensa. Siempre deberán estar separados protegidos (film, tuppers…) y separados lo máximo posible de los demás. En caso de alimentos fácilmente dispersables o volátiles (harinas, vinagres, aceites…) mi recomendación es que se sustituya para toda la familia ese ingrediente por otro que sea seguro para el alérgico.

Punto 3: Aprender a leer e interpretar el etiquetaje alimentario

Debes saber que en España existen dos normativas que regulan la declaración de los alérgenos. El Reglamento (UE) nº 1169/2011 que marca las normas para etiquetar de forma correcta los alérgenos de un producto envasado y el Real Decreto 126/2015 que marca las normas para identificar los alérgenos de los productos y alimentos que se sirven sin envasar (restaurantes, caterings, bares, puestos de comida ambulante…).

Sí, a día de hoy es obligatorio que todos los bares y restaurantes tengan la carta de alérgenos en su establecimiento. La mala noticia es que la legislación indica que solo es obligatorio declarar 14 sustancias (huevo, gluten, leche, frutos secos, sésamo, mostaza, apio, altramuces, cacahuetes, soja, pescado, moluscos, crustáceos y sulfitos).

¿Y qué ocurre si soy alérgico a la manzana, cereza, cereales sin gluten o a las legumbres? Pues siento decirte, que NO tendrás fácilmente identificados tus alérgenos ni en etiquetaje ni en la carta de un restaurante. Será necesario que tú mismo preguntes, leas, evalúes y decidas.

Mis consejo: LEE, LEE Y LEE las etiquetas de todo producto alimentario que compres. Fíjate en el listado de ingredientes, averigua si puede haber algún ingrediente o subingrediente que pueda contener el alérgeno o que sea derivado del alimento al que eres alérgico.

Está claro que cuanto más procesado es un producto, más larga es su lista de ingredientes y más probabilidad hay de que haya un componente conflictivo para ti. Así que prioriza los alimentos o comida real, en vez de las cosas comestibles y procesados.

Cuidado con los precocinados, congelados o procesados, productos a granel, el alcohol (vinos, cervezas, licores…), los productos «con trozos de», las conservas y todos los productos que puedan tener derivados de los alimentos a excluir (mermeladas, extractos, zumos, bebidas…).

El tema de las trazas también puede resultar un problema. Existen casos en los que la presencia de pequeñas cantidades no causa problema y casos en los que sí. Decide en función de tu margen de tolerancia y en caso de duda, opta por pedir más información en el mismo establecimiento, supermecado o incluso llamando al teléfono de atención al consumidor.

Punto 4: Consejos para comer fuera de casa con una alergia a LTP

Tal como he comentado antes, los restaurantes deben tener la carta de alérgenos a disposición de los clientes, aunque solo encontraremos los 14 alérgenos que la legislación obliga a declarar.

Por tanto, en la gran mayoría de ocaciones, el alérgico a LTP se encuentra totalmente perdido y sin la información necesaria para saber elegir. Cuando cocinamos nosotros mismos en casa sentimos total seguridad, pero… ocurre lo mismo si preguntamos al camarero?

Es inevitable sentir angustia, inseguridad y miedo ante una posible equivocación por parte del restaurante. Incluso aunque te garanticen que tu plato es seguro, siempre existen dudas… ¿Sabrá el cocinero que hay que eliminar también todos los derivados del alimento alérgenico? ¿Habrán tenido cuidado al cocinar mi plato de forma separada? ¿Podré fiarme de las buenas prácticas de manipulación de todo el personal de cocina y camareros que tocarán mi plato?

Mis consejos dietético-nutricionales para ir un poco más seguros:

  • Intenta realizar una lista de posibles restaurantes en los que tengas posibilidad de comer de forma saludable teniendo en cuenta tu alergia. Llama antes, pregunta e infórmate. Hay restaurantes que incluso te proponen un menú alternativo para ti, si avisas con tiempo.
  • Avisa siempre al responsable del establecimiento de tu/s alergia/s e informa debidamente de qué alimentos no puedes comer y de las consecuencias en caso de un error.
  • Si padeces una alergia a LTP grave o múltiple, pregunta si puedes llevar tu comida en un tupper por separado.
  • Escoge siempre platos simples, sin mezclas de ingredientes. Menos es más.
  • Evita las salsas y aliña tú mismo tus platos.
  • Cuidado con los buffets libres o self-services, en los que no sabes si las pinzas o tenedores de servicio han sido mezcladas entre los distintos platos.
  • Precaución con los establecimientos en los que solo disponen de un equipo para cocinar muchos platos (por ejemplo, una sola freidora, un solo horno, una sola plancha…).
  • Huye de los establecimientos que no te inspiren confianza. Mantente alerta.
  • Ten en cuenta siempre la posibilidad de una reacción cruzada si mezclas alimentos entre sí.
  • Ante la duda, no lo comas. Mejor sé precavido.

Bien, como ves, convivir con tu alergia a LTP puede ser complejo, pero no imposible. No desesperes, acude a tu Dietista-Nutricionista para resolver tus dudas en cuanto a alimentación, posibles deficits nutricionales, elaboración de menús para alérgicos a LTP, consejos de cocina, etc. Es cuestión de paciencia y perseverancia, hasta que encuentras el equilibrio entre tu seguridad y tu bienestar (gastronómico, social, familiar y nutricional).

Los Dietistas-Nutricionistas no somos solo «dispensadores de dietas para adelgazar», sino que podemos ayudar a mejorar la salud y el bienestar de muchas personas con enfermedades complejas como la alergia a LTP. Si necesitas ayuda, busca uno por tu zona que esté formado y capacitado legalmente para ello y haz tu vida más fácil!


📞 661 920 867

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