Dieta en Síndrome de Gilbert: el caso de Mario

Estreno una nueva serie de posts en los que os iré contando algunos de los casos que trato en consulta, que me parece interesante compartir. Hoy os cuento qué dieta es adecuada para el Síndrome de Gilbert.

Hace unos días acudió a mi consulta un chico de 19 años co un diagnóstico reciente de Síndrome de Gilbert. Vino acompañado por su madre, la que buscó en Google un nutri PNI y me encontraron a mí.

En la primera sesión me contaron que Mario padecía de episodios de muchos vómitos imparables. Además, me contó que siempre se sentía cansado, con molestias gástricas (ardores, reflujo…) y a menudo su piel se tornaba amarillenta después del entreno de baloncesto.

Me puse manos a la obra, investigué y aprendí, para poder ofrecer el mejor consejo de salud que puedo dar como nutricionista clínica y psiconeuroinmunóloga.

Os cuento…

 

Qué es el síndrome de Gilbert:

El Síndrome de Gilbert es una afección hereditaria benigna identificada por el médico francés Nicolas Augustin Gilbert en 1901. Es más común en hombres que en mujeres.

El diagnóstico suele aparecer de manera espontánea, cuando un análisis de sangre muestra niveles elevados de bilirrubina total (más de 2-5 mg/dl). Y así fue con Mario.

Se caracteriza por un aumento intermitente de bilirrubina en la sangre debido a una deficiencia en la enzima uridina difosfato glucuronosyl-transferasa o UGT.

Esta enzima se encarga de unir la bilirrubina con el ácido glucurónico para solubilizarla y poder eliminar el sobrante de ésta de manera más fácil. En personas con Gilbert puede estar reducida a un 31% de su nivel normal y como consecuencia el organismo no logra eliminar eficazmente la bilirrubina.

Los niveles más altos de bilirrubina pueden generar una leve ictericia (coloración amarillenta de piel y esclerótica ocular) en situaciones estimulantes como el estrés, la fatiga, el esfuerzo por ejercicio físico, el insomnio o los ayunos prolongados, las infecciones, cirugías (anestesia), tras el consumo de ciertos fármacos (paracetamol, anticonceptivos…) o durante el embarazo.

La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando los glóbulos rojos envejecidos se descomponen. Circula por la sangre y llega al hígado, donde es procesada para evacuarla a través de las vías biliares y posteriormente eliminarla a través de las heces. Solo una pequeña parte de bilirrubina debería ser reciclada de nuevo a sangre.

 

Para aprender a recomendar, primero hay que saber qué está ocurriendo. ¿Cuál es el contexto, cómo funciona el hígado de una persona con Síndrome de Gilbert?

Contexto hepático en el síndrome de Gilbert:

El hígado es nuestro órgano metabólico y detoxificador por excelencia. Funciona de manera ordenada y tiene 2 fases diferenciada. La fase II es el que se encarga de transformar los tóxicos y toxinas para poder facilitar su eliminación a través de distintas vías, mediante la orina (a través de los riñones) o la bilis (por el hígado).

Existen diferentes tipos de reacciones bioquímicas que permiten transformar tóxicos, entre ellas la glucuronidación, la glucosidación, la sulfatación, la metilación, la acetilación, etc.

De todas ellas la reacción de conjugación más importante es la glucuronidación, responsable de la transformación del 40 % de los medicamentos. La glucuronidación consiste en unir un ácido glucurónico a la toxina para formar un glucurónido y se consigue a través de la enzima UGT.

Dado que las personas que padecen Síndrome de Gilbert tienen menos enzima UGT, consecuentemente tienen la fase de glucuronidación hasta un 31 % más lenta de lo habitual.

 

¿Qué detoxificamos a través de la vía de la glucuronidación?

Por esta vía no solo eliminamos la bilirrubina sobrante (glóbulos rojos viejos), sino que además se eliminan otros componentes. Es por esa razón que en el Síndrome de Gilbert, al tener esta vía mucho más lenta, se pueden generar otros signos y síntomas asociados.

También eliminamos:

  • Cortisol
  • Ciertos ácidos grasos (DHA, ácido oleico, ácido linoleico)
  • Vitaminas liposolubles (retinoides…)
  • Muchos medicamentos (paracetamol, benzodiacepinas, estatinas…)
  • Pesticidas y tóxicos ambientales como los PHAs
  • BPA (bisfenol A) y BPS
  • Estrógenos y andrógenos (testosterona, DHEA)
  • Hormonas tiroideas (T4 y T3)
  • Micotoxinas

Por esa razón, muchas personas con Gilbert tienen mayor riesgo de tener exceso de andrógenos en mujeres (acné, piel grasa, exceso de vello facial, alopecia, pelos enquistados), picores por todo el cuerpo sin causa aparente, esclerótica del ojo amarillenta…

También es común el cansancio generalizado, tener menos apetito, dolor de cabeza, sensación de resaca, sensibilidad a los olores, padecer molestias abdominales o náuseas y tener una baja tolerancia al alcohol.

De hecho, al tener esta vía hepática ralentizada, puede haber un vaciamiento gástrico más lento también (náuseas, digestiones lentas, fatiga postprandial…) y unos niveles de serotonina más altos de lo habitual (relacionado con sentimientos de letargo y falta de motivación, así como con ansiedad).

 

¿Qué tipo de alimentación es la adecuada en Síndrome de Gilbert?

En realidad, se puede seguir una alimentación normal: saludable, equilibrada y no inflamatoria.

Hay que prestar más interés en evitar aquellos hábitos que interfieren en la vía de la glucuronidación del hígado y tener en cuenta los factores estimulantes que producen mayor excreción de bilirrubina (ejercicio físico, evitar alcohol, buena calidad del sueño…).

La dieta para el Síndrome de Gilbert se centra en reducir los tóxicos que usan la vía de la glucuronidación y en optimizar el rendimiento de las enzimas UGT.

  • Reduce los alimentos ricos en carbohidratos refinados como harinas blancas y azúcares (pasta, masas, pizza, panes en general…). Suelen ser más adecuadas las dietas con buen aporte de proteínas y grasas de calidad (pescado azul, frutos secos, AOVE, aguacate…). Prioriza cereales y granos en su versión integral, así como frutas, patata prebiótica o legumbres como otras fuentes de carbohidratos.
  • Aumenta la frecuencia de consumo de verduras que favorecen la detoxificación (potencian UGT1A1), como las crucíferas: col, repollo, brócoli, coles de Bruselas, col rizada, coliflor,
  • Potencia el consumo de alimentos que favorecen el funcionamiento del hígado, como el ajo, la cúrcuma, el brócoli, la remolacha, el aguacate, la manzana, las manzanas, el limón y las nueces.
  • Potencia alimentos ricos en crisina, flavonoide presente en varios productos naturales como el propóleo, la miel, la zanahoria y la pasiflora.
  • Ciertos alimentos aumentan la actividad de la enzima UGT gracias a que aportan más ácido glucurónico al organismo, como por ejemplo el té kombucha de calidad.

 

¿Existen estrategias para aumentar la actividad de la enzima UGT?

Claro que sí, todo aquello que no entorpezca la vía de la glucuronidación y/o que estimule la UGT.

En Síndrome de Gilbert es fundamental evitar:

  • Ayunos largos de más de 12 horas.
  • Dietas bajas en calorías.
  • Consumo de alcohol en cualquiera de sus versiones.
  • Dormir poco, trasnochar.
  • Deshidratación.
  • Actividad física demasiado intensa.
  • Exceso de consumo de café (deshidratación, elevación de cortisol).

Por otro lado, podemos:

  • Asegurar una buena y suficiente exposición solar.
  • Tomar conciencia de la importancia del cuidado de la salud psico-emocional.
  • Dar más importancia al descanso y el autocuidado para recuperar energía.
  • Practicar deporte de manera normal y a una intensidad adecuada.
  • Beber agua suficiente cada día.
  • Tener una buena rutina de comidas, orden y planificación.
  • Reducir la exposición a tóxicos ambientales en la medida de lo posible: reducir plásticos, evitar cosméticos o productos químicos con tóxicos, usar utensilios de cocina sin tóxicos, etc.

 

Suplementos que pueden ayudar en Síndrome de Gibert

En caso de utilizar suplementos, hacerlo siempre bajo recomendación y supervisión de un profesional.

Algunos ayudan a mejorar UGT y otros dan soporte a la vía o actúan como cofactores: Glucuronalactona, magnesio, NADH, Transresveratrol, diente de león, calcio D-glucarato, resveratrol, magnesio, vitamina B6, sulfato de condroitina o aceite de hígado de pescado, I3C y DIM (diindolilmetano), quercetina y curcumina.

 

Si padeces de Síndrome de Gilbert, no dudes en ponerte en contacto y agendar tu cita para valorar tu caso y averiguar cómo ganar salud 🙂


Qué tipo de magnesio elegir

El magnesio va a ser magnesio en cualquiera de sus formas.

Ahora bien, dependiendo de la forma molecular en la que se ingiera, vamos a poder enfocar su función a una cosa u otra. Entre otras particularidades, en función de cuánto de biodisponible esté (facilidad para ser absorbido por las células) fa a hacer efecto en un lugar o en otro.

Si te perdiste el artículo anterior, aquí puedes revisar las funciones del magnesio y el porqué una espinaca ya no es lo que era.


Primero y lo más importante: Cuando queramos suplementarnos con magnesio, lo primero que debemos preguntarnos es para qué función. En base a ello no solo elegiremos el tipo sino también la dosis y el momento ideal para tomarlo.
Por lo tanto, no erigiremos el mismo formato de magnesio en función de si lo que queremos es combatir el estreñimiento en cuyo caso queremos que el magnesio no se absorba demasiado, o buscamos que el magnesio se absorba de manera óptima para que llegue a una neurona.

Tipos de magnesio en los suplementos:

Lo clasificaré de menos a más biodisponible:

Biodisponibilidad baja:

Son los magnesios en forma de sales inorgánicas como los cloruros, carbonatos, óxidos e hidróxidos (estos dos últimos pueden ser irritantes). Básicamente tendrán más efecto a nivel digestivo porque se absorben poco. Serán útiles como laxantes o para neutralizar la acidez estomacal.

Biodisponibilidad media:

Sales orgánicas como los citratos de magnesio, gluconatos o los malatos de magnesio. El magnesio citrato es muy interesante por su efecto a nivel muscular, óseo y con personas con hipoclorhidria.

Para combatir el estreñimiento, el que más aconsejo es el citrato de magnesio.

Sin embargo, si lo que queremos es trabajar más a nivel energético (restaurar los niveles de energía o mejorar síntesis de ATP), podemos usar malato de magnesio. El ácido málico también aporta un plus en la obtención de energía celular y tiene doble beneficio.


Biodisponibilidad alta:

Son los magnesios que van unidos a un aminoácido. El bisglicinato de magnesio es el mejor ejemplo, y es el más indicado cuando buscamos mejorar el estado de ánimo y nuestra capacidad de respuesta ante el estrés. Este magnesio va unido a una glicina, otro aminoácido interesante que tiene efecto calmante y relajante.

Por tanto, el bisglicinato de Mg es interesante cuando queremos usarlo como modulador del estrés y calmante del sistema nervioso.

Otros magnesios como el taurato de magnesio, van unidos al aminoácido taurina. OJO, que la taurina no es lo que nos venden en esa bebida energética famosa…La verdad es que la taurina mejora la síntesis de ciertos neurotransmisores como el GABA, que precisamente calman y aportan paz al sistema nervioso. El taurato de magnesio puede ser útil en casos de mucho estrés y en el ámbito de la salud cardiovascular. 


Biodisponibilidad muy alta:

El mejor ejemplo y el más novedoso es el treonato de magnesio.

Es una sal orgánica entre el magnesio y el ácido L-treónico. Es novedoso porque hasta hace muy poco no era legal como forma de suplemento en España (porque ha sido patentado: Magtein), pero desde diciembre de 2024 ya se puede adquirir.

Esta nueva forma de magnesio es revolucionaria, porque ha demostrado aumentar eficazmente los niveles de magnesio en el cerebro y las neuronas, lo que no es común en otros suplementos de magnesio debido a su menor biodisponibilidad.

Y es que no es nada fácil atravesar la barrera hematoencefálica. Se trata de una estructura altamente selectiva que protege al sistema nervioso central al regular el paso de sustancias entre la sangre y el tejido cerebral. Actúa de manera parecida a la placenta, protege y deja pasar solo lo bueno, frenando el paso de lo no tan bueno.

El hecho de que tengamos un nuevo magnesio capaz de llegar a las neuronas, nos abre una bonita ventana terapéutica en el ámbito de la salud neuronal y las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.

El magnesio treonato favorece la plasticidad neuronal, frena los procesos de neurodegeneración y mejora la transmisión sináptica y la función cognitiva (memoria, foco, lucidez, concentración…).

 


Por qué debes tomar magnesio desde YA

El magnesio es un mineral esencial para nuestro cuerpo y involucrado en más de 300 reacciones bioquímicas en nuestro organismo. El hecho de que sea esencial y tan importante para tantísimas funciones, lo convierte un mineral estrella para nuestra salud.

Te cuento algunas de las funciones clave del magnesio en nuestro cuerpo:
  • Producción de energía (ATP): es clave en la síntesis de ATP (adenosín trifosfato), la principal fuente de energía celular.
  • Función muscular y prevención de calambres: regula la contracción y relajación muscular, evitando espasmos y calambres.
  • Salud del sistema nervioso y equilibrio emocional: actúa como un relajante natural, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.
  • Regulación del sistema digestivo: favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento al mejorar la motilidad del colon.
  • Síntesis de proteínas y reparación celular: participa en la formación de proteínas esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos.
  • Salud ósea y dental: es fundamental para la absorción y metabolismo del calcio (junto con la vitamina D), fortaleciendo huesos y dientes.
  • Regulación del azúcar en sangre y prevención de la resistencia a la insulina: mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a equilibrar los niveles de glucosa en sangre.
  • Función cardiovascular y presión arterial: contribuye a la relajación de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas.
  • Reducción de la inflamación y soporte al sistema inmunológico: tiene propiedades antiinflamatorias y refuerza la respuesta inmune del organismo.
  • Síntesis de neurotransmisores y función cognitiva: participa en la producción de serotonina y dopamina, impactando en la memoria, el enfoque y el bienestar emocional.
¿Cuáles son las fuentes dietéticas de magnesio?

La dieta mediterránea incluye varias fuentes de magnesio de muy fácil acceso, principalmente cereales, frutas, legumbres y productos del mar. Pero ojo… ¿cuánta gente compra de verdad producto de cultivo ecológico y de calidad? ¿Por qué una espinaca ya no aporta el mismo magnesio ahora que hace 20 años?

La mayor parte de la población compra alimentos de producción intensiva e industrial, y éstos suelen tener menor riqueza mineral en comparación con los de producción ecológica o regenerativa debido a varios factores clave:

  • Agotamiento mineral de los suelos que produce verduras y hortalizas pobres en magnesio, zinc y selenio. La producción ecológica fomenta la rotación de cultivos y el uso de abonos naturales, enriqueciendo el suelo.
  • Uso excesivo de fertilizantes químicos, que aportan solo lo necesario para producir: nitrógeno, fósforo y potasio. ¿Y el resto de minerales? Los métodos ecológicos utilizan compost, estiércol y biofertilizantes, que mantienen un equilibrio mineral más completo en el suelo.
  • Selección de variedades de rápido crecimiento y ata producción, en vez de variedades con mejor densidad nutricional.
  • Uso de pesticidas y herbicidas que matan la biodiversidad microbiana de los suelos. En la agricultura ecológica, el suelo es más vivo y biodiverso, lo que mejora la absorción de nutrientes por las plantas.
  • Cosecha temprana y almacenamiento prolongado, es decir, los vegetales se cosechan de forma prematura para facilitar su transporte y no dejan que madure su riqueza mineral. La producción ecológica permite que los alimentos maduren en la planta, favoreciendo una mayor concentración de nutrientes.
  • Uso de monocultivos que monopolizan las mismas tierras durante años. Los monocultivos agotan los nutrientes del suelo, mientras que la diversificación de cultivos en la agricultura ecológica favorece la regeneración mineral.

¿Juntamos entonces que compramos las verduras en el supermercado y que además vivimos estresados y mal dormidos?

Déficit de magnesio en España

El déficit generalizado de magnesio ya es bastante evidente y afecta a una parte significativa de la población. Según el estudio ANIBES, un 79% de la población española no alcanza la ingesta diaria recomendada de magnesio.

Pero es que resulta que las IDR se quedan igualmente muy justitas. ¿Que son las Ingestas Diarias Recomendadas? Son las ingestas mínimas de una vitamina o mineral, para las cuales se ha demostrado que el cuerpo humano funciona (o sea, que no nos morimos).

¿Es suficiente entonces si cubrimos las IDR?

Rotundamente NO.

Porque resulta que ya no son solo determinados colectivos más vulnerables los que tienen mayores demandas de magnesio, como los mayores o las personas con las enfermedades crónicas. Resulta que actualmente casi TODOS tenemos demandas aumentadas de este mineral esencial.

El estrés, la mala calidad del sueño, la inflamación o la exposición a tóxicos ambientales entre otros factores, hace que nuestra necesidad de magnesio sea mayor que la que indican esas IDR.

¿Cuáles son los síntomas de alarma de déficit de magnesio?

Los síntomas son muy variados, pero pueden incluir fatiga, calambres musculares, ansiedad y problemas digestivos (a menudo normalizados). Damos por hecho que no podemos conciliar bien el sueño, que tenemos un estreñimiento resistente al consumo de fibra y agua, que recuperamos regulinchi después del deporte…

Y no. Es que resulta, que te está faltando magnesio…

 


Banana cake con chocolate

Ha costado encontrar la combinación perfecta de ingredientes, pero…
Al fin tengo la receta PERFECTA que buscaba.

Un bizcocho de plátano, sin harina de ningún tipo, sin azúcar ni edulcorantes, sin lácteos ni bebidas vegetales y con 100% ingredientes naturales.

A veces cuesta encontrar el equilibrio entre sabor, aspecto y textura. O te sale un mazacote incomestible, o no sabe a nada, o te sale feísimo…

Si te gustó mi tarta-puding de manzana, este te va a encantar.

Tiene un sabor dulce por la banana y un toque delicioso de cacahuete tostado.
Queda una textura muy muy jugosa, tierna y suave. No es el típico bizcocho aireado y seco, sino que mantiene mucha humedad y hace que sea súper tierno.
Mi consejo👉🏻Al día siguiente se realza el sabor y la textura mejora, así que prepárala con antelación y estará mejor. Puedes ponerle también cacahuetes troceados a la masa o pasas o lo que prefieras.


INGREDIENTES:

• 50g Mantequilla de cacahuete 100%
• 300g Banana madura
• 2 huevos
• 50g claras
• 6g levadura tipo Royal (gasificante)
• Bien de canela (1 c/c)
• 20g Chocolate 85%


Preparación:

Precalienta el horno a 170ºC.
Pela y trocea las bananas, mételas en un recipiente, incorpora el resto de ingredientes (excepto el chocolate) y bate bien hasta conseguir textura homogénea.
Trocea la onza de chocolate negro 85% en pequeños trocitos. Incorpóralos a la mezcla y remueve un poco con cuchara.

Cocción: Hornea durante 40-45min a 170ºC (ve pinchando para valorar cocción), colocando la bandeja a media altura (la superficie se dora enseguida).

¿La probarás? Te leo en comentarios…


Tarta de manzana apta para todos los públicos

Esta receta me encanta.

Es una tarta de manzana súper fácil de preparar, queda riquísima y es apta para prácticamente para todos.

La textura suave y jugosa tipo pudding, dulce y sabroso.
Sin azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales, sin lácteos, sin gluten ni frutos secos.

Solo lleva 5 ingredientes (que puedes duplicar en función del tamaño de tu molde):
• 600g manzanas (escoge una variedad dulce tipo Golden)
• 2 huevos M
• 80g claras
• 50g harina de avena (sin gluten)
• Bien de canela (2-5 c/café)

Preparación:
1) Pela las manzanas. Separa en 2 mitades. A una mitad les quitas el corazón y las cortas en rodajas finas y reservas. La otra mitad la cortas en trozos y la metes en un recipiente o vaso para batir.

2) En el vaso o recipiente para batir, añades la clara, los huevos y la canela. Tritura bien todo.

3) Prepara un molde redondo y coloca un papel de horno. Empieza colocando una primera base formada por láminas o rodajas de manzana. Vierte una capa de la mezcla anterior. Vuelve a colocar otra capa de láminas de manzana. Ve repitiendo hasta cubrir el molde dejando la última capa (de encima) con láminas de manzana.
Espolvorea con más canela.

Cocción: Horno a 200°C durante 40min. Recuerda que en función del molde que uses y de las características de tu horno, es posible que debas adaptar tiempo de cocción. El mejor indicador para saber si ya está lista es que al pinchar con un palillo o cuchillo, salga limpio.

Queda más rica al día siguiente (como casi todas las tartas y bizcochos…).
A mí me gusta más si quedan bastantes láminas enteras entre medio, pero puedes variar la proporción masa-láminas si quieres.
Se le podrían añadir nueces o almendras picaditas a la masa, quizá le daría un toque.

 

Que la disfrutes 🙂


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