El embarazo conlleva una serie de modificaciones metabólicas importantes en la mujer, que no solo van a determinar los requerimientos nutricionales durante este periodo sino que también van a producir unos cambios fisiológicos y metabólicos que pueden desencadenar algunas alteraciones transitorias.
Aquí os dejo una serie de recomendaciones higiénico-dietéticas (no solo relacionadas con la alimentación sino con ciertos hábitos) que os orientarán para mejorar y evitar esta sintomatología:
- Se aconseja fraccionar la ingesta en 5-6 tomas diarias de pequeño volumen, de esta manera facilitamos las digestiones y no sobre-llenamos demasiado el estómago.
- Evitar posturas que favorezcan el reflujo gastroesofágico: estirarse después de comer, tumbarse, flexionar el cuerpo hacia delante, etc. Esperar al menos dos horas después de haber comido, para acostarse o tumbarse. Elevar la cabecera de la cama unos 10 o 15 cm para evitar que los jugos gástricos suban al esófago.
- Mantener un horario regular para las comidas.
- Líquidos: limitar la ingesta de líquido durante las comidas, para disminuir el volumen total del contenido del estómago y no llenarlo demasiado. No se trata de restringir la ingesta de agua, sino de beberla mejor fuera de las comidas principales.
- Las bebidas con gas también retrasan el vaciado gástrico y nos dan mayor sensación de hinchazón.
- La fibra es beneficiosa para el estreñimiento y sobretodo en el embarazo, que se suele dar con bastante frecuencia. Pero hay que tener en cuenta que uno de los efectos de la fibra es que ralentiza el vaciado gástrico, así que en grandes cantidades puede generar más acidez.
- Evitar alimentos y bebidas atemperaturas extremas (muy calientes o muy fríos) porque se estimulan más las secreciones estomacales.
- Evitar prendas de vestir demasiado ceñidas para no presionar la zona abdominal y torácica. Optar por prendas pre-mamá ligeras y que no presionen.
- Masticar bien los alimentos y comer lenta y tranquilamente. Alimentos poco masticados hacen que el estómago tenga que triturar y trabajar más, por lo que se segregan más ácidos y la digestión es más lenta.
- Los alimentos con textura crema, líquida o en puré son mucho más fáciles de digerir porque el estómago no tiene que “triturarlos”. Antes de dejar de comer ciertos alimentos por evitar los ardores, mejor optar por lo mismo en texturas más digeribles.
- Evitar ciertos alimentos que relajan el esfínter gastroesofágico y/o que ralentizan el vaciado gástrico, sobretodo los alimentos ricos en grasas, el café, el té y el chocolate, la menta verde, la canela, el ajo, la cebolla y la cebolleta.
- Otros alimentos, debido a su pH o características también provocan mayor secreción de ácido en el estómago. Estos alimentos son por ejemplo las frutas y zumos muy ácidos (naranja, pomelo, limón o mandarina), frutas y verduras crudas en general, carnes fibrosas y muy grasas, embutidos, los alimentos muy condimentados, las salsas ácidas, etc. Vuelvo a reiterar que no se trata de eliminar estos alimentos ya que durante el embarazo es crucial mantener una dieta saludable y equilibrada, sino que el objetivo es optar por alternativas como por ejemplo escoger las verduras cocidas y las frutas menos ácidas, quitar las partes grasas de la carne, etc.
- Cuidado con los alimentos fritos y rebozados. Además de contener más aceite, pueden haber sido cocinados con aceites muy reutilizados que contienen grandes cantidades de sustancias irritantes para el tracto digestivo.
- Como técnicas culinarias, mejor escoger aquellas que no aporten grandes cantidades de grasa extra al plato. Optar por plancha, cocción, vapor, papillote u horno, y evitar frituras, fast-foods, rebozados, sofritos con tomate (el tomate también es bastante ácido), productos muy industriales, etc.
- Usar condimentación suave. Evitar condimentos como la pimienta, el vinagre o limón, la nuez moscada, el pimentón, el tabasco, etc. En cambio, las hierbas aromáticas, romero, tomillo, mejorana o la albahaca darán sabor a nuestros platos sin generarnos tanta molestia estomacal.
- Evitar alimentos muy salados ya que también estimulan las secreciones gástricas. Son ricos en sal los encurtidos, olivas, patatas chips, salazones, escabeches, ahumados, desecados, los preparados de sobre, los cubitos de sales para caldo,…
Salas-Salvadó, J., Bonada, A., Trallero, R., Saló, M.E. (edición 2000). Nutrición y dietética clínica. Editorial Masson (Elservier).