¿Te has preguntado alguna vez si tu forma de comer es correcta? ¿Cuánto tiempo tardas en terminar una comida principal? ¿Conoces los beneficios de comer tranquilamente?

Vivimos en una sociedad con turbo constante. El ritmo desenfrenado y la filosofía de vida basada en el estrés afecta, y mucho, a nuestra alimentación. Lo malo es que esa alta velocidad promueve que vivamos nuestra vida en modo «automático» y que dejemos de ser conscientes de lo que realmente ocurre a nuestro alrededor.

¿Eres consciente de cómo comes? Nuestro entorno durante las comidas también influye de forma directa sobre la forma en la que comemos. Comer con la tele puesta o mientras lees tus emails o revisas tu watsapp, comer en el sofá o mientras haces otras cosas, hace que dejes de prestar atención a tu momento para alimentarte.

Comer de forma tranquila, masticando suficiente los alimentos y en un entorno relajado y agradable tiene muchas ventajas. Tus digestiones serán mejores y evitarás que tu estómago pague el pato por tener que trabajar el doble (digestiones más lentas, mayor secreción de ácido) para poder hacer frente a los trozos enormes sin masticar.

Además, comer tranquilamente hará que la señal de saciedad llegue a su hora a nuestro cerebro, por lo que probablemente ayudará a que comamos nuestra porción correcta, ni más ni menos.

Comer de forma relajada y tomando conciencia de cada bocado cambia totalmente la percepción de nuestra comida. ¿No me crees? ¡Adelante, pruébalo! Intenta tomar conciencia de cada trozo, saboréala, nota su textura, su sabor y su aroma, percibe su temperatura y mastica lo suficiente para que tus jugos salivales logren extraer todo su sabor. ¡Verás que todo te sabe mejor!

¡Empieza hoy a cambiar ese hábito! Aquí va 15 consejos exprés para poder lograrlo:

  1. ENTRENA TU HÁBITO! Practica con regularidad para romper el hábito de comer rápido. Cambia tu hábito!
  2. PON EL FRENO Y DESACELERA! El trabajo sobre el retraso de su vida. Si está corriendo todo el día, ¿cómo se puede esperar para reducir la velocidad sólo para las comidas?
  3. TOMA CONCIENCIA: Ten presente la alimentación. No comas de forma automática. Practica el comer conscientemente prestando atención a todos sus sentidos.
  4. EVITA DISTRACCIONES: Para que la hora de la comida signifique tiempo para ti y tu familia.
  5. REDUCE TU PORCIÓN EN EL PLATO: Sírvete un poco menos. Siempre puedes ir a por un poco más. Así evitamos esa costumbre de «dejar el plato limpio” que puede dar lugar a comer en exceso.
  6. NO PINCHES TAN RÁPIDO: No vuelvas a pinchar con el tenedor o llenar la cuchara hasta que hayas terminado y tragado el último bocado. Suelta los cubiertos entre bocado y bocado.
  7. NO SOBREGARGUES EL TENEDOR: Coge porciones pequeñas, sin sobrecargar en exceso el tenedor o la cuchara.
  8. REDUCE TU BOCADO: Utiliza utensilios más pequeños (platos, cuencos, vasos y cubiertos) o corta los alimentos en trozos más pequeños.
  9. COME CON LA MANO NO DOMINANTE: Para evitar los bocados “automáticos” puedes utilizar la mano no dominante y ser más consciente de lo que comes.
  10. AGUA: Bebe pequeños sorbos de agua durante las comidas, para ayudar a limpiar el paladar y dar pequeños descansos a tu comida. Recuerda que beber agua durante las comidas es correcto y no perjudica a tus digestiones ni hace que puedas aumentar peso, no hagas caso a los mitos!
  11. RESPIRA! Si es necesario, puedes practicar la respiración profunda antes de comer y en medio de las comidas y refrigerios.
  12. ENSEÑA PARA APRENDER: Corre la voz! Enseña a comer lentamente a otras personas.
  13. MASTICA LENTAMENTE: Toma conciencia de la velocidad con la que masticas y reduce marcha, mejorará tus digestiones.
  14. COME CON CALMA: Siéntate a comer tranquilamente cada vez. Evita comer de pie o levantándote de la mesa cada dos por tres.
  15. AYÚDATE A RECORDAR: Coloca un objeto nuevo en la mesa como símbolo de este cambio de hábito, como por ejemplo un plato o un vaso nuevo, una foto, una flor… Cada vez que veas este objeto, recordarás el nuevo hábito y lo pondrás en práctica.