Hoy me gustaría compartir una reflexión contigo con el fin de poder cambiar tu perspectiva (o al menos provocar que te surjan dudas y te replantees el asunto).

Seguro que has oído lo de «a mi lo que me engorda es el pan» o «el plátano ni lo como porque a mi me engorda mogollón»… ¿A qué sí? Y me juego el pescuezo que tú mism@ también lo habrás pensado alguna vez…

Pues bien. Debes saber que otorgar absolutamente toda la causa de tu peso a un solo factor (sea un alimento, sea un hábito, sea lo que sea) es un ERROR. Y te explico las razones:

Punto nº1:

Hablemos del pan (o del plátano o de cualquier otro alimento «tabú»). Comemos comida normal, no comida extraterrestre. El pan por sí solo no ejerce ningún efecto mágico ni extraordinario en tu metabolismo, para pensar que él solito sea el culpable de que tu peso sea inadecuado. Seguro que podemos sacar más causas ¿a que sí?

Punto nº2:

Hay que valorar el conjunto. Porque es la suma de muchos buenos hábitos los que hacen que consigas tu objetivo. Por ello te diré que en una pauta de alimentación saludable para conseguir un peso adecuado SÍ se puede comer pan. Centra tu atención en montarte un plato saludable de forma correcta, en escoger alimentos de buena calidad nutricional, frecuencia y cantidades adecuadas, en llevar a cabo pequeñas acciones que hagan que tu vida sea más activa, etc.

Punto nº3:

Pongamos las cosas en contexto. Porque antes de averiguar qué efecto tendrá un hábito alimentario debemos tener presente cuál es el terreno que tenemos delante. Es importante saber que nuestro metabolismo es parecido a un mapa de carreteras. Tiene muchos caminos y senderos, que a su vez están regulados por semáforos y guardias de tráfico. Nuestro cuerpo actúa con lógica y es maravilloso, por lo que sabe qué camino coger en cada momento.

  • Situación a) Comerse un bocadillo en el contexto de una vida saludable, con ejercicio físico diario y acompañado de buenos hábitos alimentarios TODOS los días. Tu metabolismo estará activo, por lo que probablemente usará esos nutrientes para obtener energía y no los mandará todos a almacenar en forma de grasa.
  • Situación b) Comerse un bocadillo TODOS los días y luego sentarse en el sofá, en el contexto de una vida totalmente sedentaria con ausencia de actividad ni de buenos hábitos. Tu cuerpo recibirá una carga de nutrientes/energía enorme para lo poco que necesita, así que decidirá guardarlos todos en forma de grasa corporal por si se aproxima época de vacas flacas.

Punto nº4:

El concepto de «de vez en cuando». Es algo que depende mucho de la percepción de cada uno y de su memoria. Un «de vez en cuando» debería significar una vez al mes o en ocasiones especiales. Para nada es día sí/día no. Además, curiosamente no recordamos lo que comimos hace 4 días, así que difícilmente recordarás cuál fue la última vez que comiste eso. Un consejo: comienza un diario de alimentación, para ser consciente de tus «de vez en cuando».

Punto nº5:

Ten cuidado con las fuentes de información. Porque hoy en día tenemos cantidades industriales de información, pero la gran mayoría (televisión, radio, internet…) NO ES NI CIERTA NI FIABLE. Sé que es difícil pero intenta hacer un «reset» para desaprender y borrar todos aquellos mitos y creencias que han quedado grabados en tu mente. Acude a un Dietista-Nutricionista para que te ayude a aprender La VERDADERA historia.

No por haberse transmitido de generación en generación ni porque haya sido dicho por Fulanito o Menganito, implica que sea cierto. ¿No me crees? Fruta de postre no, el pan engorda, juntar alimentos no, si me paso luego «compenso», etc. Todo ello es una auténtica TONTERÍA.

Y que conste que he puesto como ejemplo el pan, aunque puede aplicarse a cualquier alimento o factor individual. Da igual si sigues una alimentación vegana, paleo, mediterránea, etc.